lunes, 11 de febrero de 2013

Siempre hay que mirar el lado bueno


No llegará a ser la historia más conmovedora del 2013 -algunos alegarán que el argumento es más que predecible-, pero El lado bueno de las cosas consigue dejar el buen sabor de boca que se quería transmitir a la hora de adaptar la novela de Matthew Quick. Catapultada, malamente, como una más dentro del género de la comedia romántica, su visionado lo acepta en un segundo término, pero lejos de todo esto, la nueva película de David O. Russell (The Fighter, 2010) es una tragicomedia que trata la locura.

Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de Nikki, su mujer, Pat (Bradley Cooper, Resacón en Las Vegas) vuelve a casa de sus padres. Aunque el regreso no es todo lo bueno que se espera, pues Pat sigue empeñado en recuperar a su mujer, para desquicio de sus padres que no saben cómo controlar el comportamiento bipolar de su hijo. Cuando Pat se reúne con un amigo, y éste le invita a cenar a su casa, conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence, Los juegos del hambre), una chica con ciertos problemas que ha perdido recientemente a su marido. Entre ellos empezará a surgir un vínculo especial que terminará por normalizar sus comportamientos y participar en un concurso de baile.

Manteniendo el ritmo en toda la película sin decaer -ardua tarea-, El lado bueno de las cosas ofrece algunos puntazos dignos de mencionar, como el adiós fugaz al libro de Hemingway, la patosidad de Pat y Tiffany en su primera cita o la felicidad compartida en el baile. Quizá hechos el uno para el otro, en su justa medida, Bradley y Jennifer han sabido congeniar con su yo en la película, y ese feeling natural habido en la historia de los dos es el que termina por desprender optimismo. Apartando el cliché, puesto más arriba, de comedia romántica, en el supuesto de "chico conoce a chica", las peculiaridades de cada uno (él, obsesionado con volver con su mujer; ella, perdida por el mundo en busca de un apoyo, un amigo) hacen que su relación sea, en un principio, por la necesidad de tener a alguien con el que salir de sus problemas.

Bradley hace de su personaje, un obsesivo-compulsivo apalancado en su pasado, un personaje atípico, lleno de dolor interno por el shock traumático que le arrastró a un centro psiquiátrico. Con una necesidad imperiosa de volver a su estado previo, su ceguera no le permite ver la nueva realidad que se abre ante sus ojos, ni a fondo a la persona que ha aparecido en su vida, Tiffany. Y quien la encarna es Jennifer Lawrence, que supera a Bradley en la cinta, por cuyo papel ganó el Globo de Oro a la mejor actriz en comedia. Este personaje que mezcla locura con tintes bipolares hacen de Tiffany alguien peculiar y excéntrica. Su lenguaje soez, brusco y directo dan cuenta de una chica con carácter que, alejada de sus problemas mentales, termina por mostrar sus sentimientos y ser entrañable tras derrumbar esa pared que pone ante la gente.

Si antes apuntaba que El lado bueno de las cosas es un drama cuyo tema principal está presente, es de a pie, dos personajes que tienen que hacer frente al problema son Dolores (Jacki Weaver, Animal Kingdom) y Pat Sr. (Robert de Niro, El Padrino II), los progenitores de turno. Entre la impotencia que muestra Jacki a la vuelta de su hijo al darle da los ataques de ansiedad y la falta de contacto -inexistente- entre padre e hijo hacen de ellos unos padres vulnerables con los sentimientos a flor de piel. Quizá es sorprendente que la Academia le haya concedido a Robert de Niro una nominación como mejor actor de reparto dos décadas después de Goodfellas, pero ello no quita de reseñar el buen papel que tiene en la película. Esa frase final de padre que tiene con su hijo en el baile hace recordar a más de uno las charlas con el suyo propio, cuando ellos son los únicos que atinan en el qué hacer.

El lado bueno de las cosas trae a la memoria el número final que se marcan los Monty Phyton en La vida de Brian (1979), y es que invita a sacar partido a las oportunidades que ofrece la vida, consiguiendo que el espectador reaccione con algunas frases que calan hondo, no porque sean profundas, sino porque son llanas, reales, propias de cualquiera de nosotros. No tiene muchas posibilidades de alzarse con alguna estatuilla en los Oscar, pero la película de David O. Russell ha logrado bordar una historia sencilla (cuyo encanto recae en una serendipia) con unos personajes que encandilan con facilidad al público.

Datos a tener en cuenta:
Director: David O. Russell
Reparto: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert de Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker...
Género: drama, comedia
Nacionalidad: estadounidense
Estreno en España: 25 de enero de 2013
Duración: 122 minutos aprox.
Clasificación: no recomendada para menores de 12 años
Valoración personal: 8

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